martes, 31 de marzo de 2009

BALONCESTO.Un jugador manco de 2,10 metros busca entrar en la NCAA



Nació con el cordón umbilical rodeándole el cuerpo y perdió parte del brazo izquierdo · Es un gran taponador, rápido y quiere llegar a lo más alto · Ha tenido dos ofertas de División III, pero quiere más


KEVIN LAUE, QUE PERDIÓ LA MANO AL NACER, JUEGA EN UNA ACADEMIA MILITAR





Cuando a Kevin Leue le preguntaban qué le había ocurrido en el brazo izquierdo, que está amputado por debajo del codo, había respondido tantas veces que decidió inventarse una historia: "Ocurrió en una isla de Hawaii, el 15 de abril de 1995, dos días después de mi cumpleaños. Estaba haciendo surf y un tiburón me mordió", decía, hasta que la cara de asombro de sus interlocutores le obligaba a decir la verdad: "Es broma". En realidad, Laue nació con el cordón umbilical enrollado a su cuerpo y con el brazo en medio.
Su madre le sugirió que, cuando le preguntaran, dijera que le había comido el brazo un tiburón
La invención del cuento es una anécdota que explica claramente el carácter de Laue. Nunca se le ha puesto nada por delante, ni a él ni a sus padres. De hecho, la madre, Jodi, sugirió lo del tiburón. Igual que le animó a que jugara al baloncesto con los chicos de su edad. Y no sólo era uno más: en octavo curso ya machacaba el aro, algo que no hacía nadie en su clase.
En el instituto Amador Valley, en California, maravilló. Era alto y rapidísimo. En un partido puso 20 tapones. En otro, anotó una canasta en el último segundo contra el rival local, Foothill. Todo el mundo hablaba de aquella jugada en la que taponó, cruzó corriendo la cancha y machacó. "Es difícil para él porque no puede botar con la izquierda, pero en América no hay muchos chicos que intimiden y corran como él con su estatura", declaraba su entrenador, Rob Collins, que le auguraba una beca en alguna universidad de la Division II de la NCAA.
En un partido de instituto puso 20 taopnes y George Bush fue a visitarlo
Su popularidad creció en San Francisco. Tanto, que en un viaje del ex presidente George Bush a California para reunirse con el gobernador Arnold Schwarzenegger pidió visitar a Laue.
Sin embargo, en su último año de instituto se rompió una pierna y se quedó sin ofertas de grandes universidades tras un año en blanco. Se enroló en la Fort Union Military Academy, una 'prep school' (una especie de academia pre-universitaria que prepara a futuros alumnos de 'colleges'), donde espera ofertas de becas de buenas universidades. Ha tenido dos de División III, pero quiere más. Promedia 6,9 puntos y 7,4 rebotes en un equipo ganador. Y eso que el entrenador, Fletcher Arritt, no lo quería en el equipo. "Dije que ya tenía bastantes problemas con chicos con dos manos. Pero vino, probó y todos lo queríamos en el equipo", señala.
Dave Telep, un analista del basket colegial estadounidense, declaraba al 'New York Times' que Laue sería claramente un jugador de División I si tuviera dos manos. Con su discapacidad, quizá logre una beca en una buena universidad. Lo que nadie podrá negar entonces es que Kevin Laue lo merece más que nadie.

MARCA

HOCKEY.Un equipo de NHL firma un contrato profesional a un niño de 8 años



Ha firmado un contrato por 1 dólar · Hizo rueda de prensa de presentación · Tiene taquilla y camiseta propia








Jacob Anderson es un chavalillo de 8 años que vive en Connellsville (Pennsylvania) y que ha visto cumplido su sueño de fichar por un equipo de la NHL (National Hockey League).
Pero no se asusten, el contrato de Anderson con los Penguins es real (lo firmó por un dolar), aunque el chico no jugará con los gigantes y hercúleos jugadores de la franquicia de Pittsburgh.
Jacob es un chico que sufre fibrosis quística, al igual que su hermana, y cuya esperanza de vida no es muy elevada. Su madre pidió a la Fundación 'Make a Wish' ('Concede un deseo') que el crío pudiera ser parte del equiop del que es aficionado, y la Fundación lo gestionó para que así fuera.


El resto es una muestra más de lo bien que hacen los americanos este tipo de cosas. En los prolegómenos del partido entre los Penguins y los Rangers el pequeño Anderson firmó su contrato profesional con los Penguins, se entrenó con los jugadores e incluso ofreció una rueda de prensa.

Los Penguins incluso le han dado una taquilla con su nombre y le han dado el uniforme personalizado, tratándole igual que a cualquier otro jugador del equipo.
La prensa de Estados Unidos se ha rendido el gran detalle de los Penguins con el niño, y han publicado su 'fichaje' como si se tratase de el de una gran estrella, hasta el punto de publicar en su web la noticia con más de una decena de fotos y un vídeo de un noticiario del equipo que abre con la noticia del 'fichaje'.
UN SUEÑO HECHO REALIDAD
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ATLETISMO.Un pertiguista francés corre desnudo por París


Su idea es llamar la atención de las principales marcas deportivas en busca de un patrocinio después de que Nike decidiera romper con él .

ROMAIN MESNIL TIENE DOS MEDALLAS DE PLATA EN SU PALMARÉS


El pertiguista francés, Romain Mesnil, ha encontrado una curiosa forma de llamar la atención de los medios de comunicación. Su idea le ha llevado a que muchas redacciones de todo el planeta se hiciera eco de su reclamo, algo que resulta obvio puesto que no todos los días se ve a un pertiguista desnudo por París.
Mesnil no es para un desconocido en el mundo del atletismo. El francés es medalla de plata en los Mundiales de Osaka (Japón) de 2007 y medalla de plata en los Campeonatos de Europa de 2006 que tuvieron lugar en Suecia.

También posee en su palmarés con una medalla de bronce en los Campeonatos del Mundo en Indoor disputados en Lisboa en 2001.
Sin embargo, y pese a este 'curriculum', Romain ha perdido hace bien poco su patrocinio con la marca deportiva Nike. No obstante, Mesnil no quiere perder el tiempo en lamentaciones y se ha puesto manos a la obra para buscar una solución que le perjudica económicamente.
Y si lo que quería era llamar la atención de otras marcas de ropa, lo cierto es que ha dado en el clavo. Sin pensárselo dos veces, el atleta francés se lanzó desnudo a las calles de París ante la atónita mirada de los parisinos que salían de su asombro.
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