lunes, 15 de diciembre de 2008

MISMO PARTIDO,DIFERENTE ENFOQUE



PORTADAS DE LOS PRINCIPALES PERIODICOS DEPORTIVOS







DESPUES DE HABER VISTO EL GRAN CLASICO DE NUESTRA LIGA,(F.C. BARCELONA-R. MADRID),HEMOS REPASADO 4 DE LOS PRINCIPALES PERIODICOS DEPORTIVOS PARA COMPROBAR EL DIFERENTE ENFOQUE QUE ESTOS MEDIOS REALIZAN DEL MISMO PARTIDO.

PARA ELLO, LOS ALUMNOS HAN COMPLETADO LA FICHA "PERIODICO",QUE LES HA AYUDADO A , ENTENDER Y COMPRENDER MEJOR EL SENTIDO Y SIGNIFICADO DE LA VISION QUE TRATAN DE OFRECER EN SUS PAGINAS ,LOS DISTINTOS PERIODICOS SOBRE EL PARTIDO EN CUESTION.







PHELPS PIERDE SU FIGURA POR CULPA DEL CHOCOLATE



La musculosa figura que lució en los Juegos Olímpicos de Pekín se ha deteriorado un poco: el nadador estadounidense Michael Phelps, de 23 años, ha engordado varios kilos una vez acabado su ciclo competitivo.
"No estoy precisamente en forma", reconoció el nadador en una entrevista en televisión la noche del domingo. En su casa se amontonan cosas poco sanas como el chocolate y las patatas fritas. Muchos días ingiere de 8.000 a 10.000 calorías, por lo que ha engordado varios kilos, comentó. Antes, no había sobrepasado nunca los 90 kilos. "Pero me lo paso muy bien", admitió Phelps.
Con 14 medallas de oro olímpicas -ocho en Pekín- Phelps es uno de los deportistas más exitosos de la historia.
Después del paréntesis navideño quiere volver a entrenar a fin de estar a punto para el Mundial de julio de 2009 en Roma y para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Michael Phelps está desmelenado
Tras conseguir el mejor resultado de un deportista en unos olímpicos con la obtención de ocho medallas en Pekín 2008 (200 metros en estilos, mariposa y libre; 400 metros en estilos; 4x100 en estilos y libre y 2x200 en libre), y haber estado sometido a una disciplina deportiva férrea durante meses, Michael Phelps ha decidido relajarse.
El apartamento de Phelps está lleno de gominolas, patatas fritas y chocolateEl nadador estadounidense de 23 años, conocido por ser un deportista metódico y muy estricto tanto en entrenamientos como en alimentación, ha confesado a un periodista que se encuentra ahora en baja forma, según recoge la agencia Uno.
Además, asegura que su apartamento está repleto de chocolate, patatas fritas, gominolas y cacahuetes, culpables de que Phelps haya cogido algún kilo de más y pesa 93 kilos.
Al parecer, desde que rompió las leyes de la velocidad en los últimos Juegos Olímpicos, el tiburón de Baltimore, como es conocido, frecuenta poco la piscina y ahora se está "divirtiendo". Y no solo en el plano gastronómico: Phelps ha sido visto en el famoso club Playboy del Palms Casino en Las Vegas rodeado por un séquito de estusiastas fans y alguna que otra stripper.
Todo cambiará después de Navidad, cuando comience su plan de entrenamiento para los Juegos Olímpicos 2012.
EL MUNDO/20 MINUTOS

EL ATLETA EN ACTIVO MAS VIEJO DEL MUNDO CUMPLE 100 AÑOS



El atleta en activo de más edad en el mundo, el austríaco Alfred Proksch, celebró hoy su 100 cumpleaños, tras una carrera deportiva en la que logró, entre otros hitos, el sexto puesto en salto con pértiga en los Juegos de 1936 en Berlín.
Según ha informado la radiotelevisión austríaca ORF, Proksch sigue aún practicando el atletismo e incluso añadiendo títulos a su palmarés, ya que el pasado marzo logró la medalla de oro en lanzamiento de disco en el campeonato de veteranos celebrado en Clermont-Ferrand.
El experto atleta recordó que en su época de saltador olímpico, las pértigas eran aún cañas de bambú y en vez de sobre colchonetas los atletas tenían que aterrizar sobre un montículo de arena. "Entonces teníamos que aterrizar como un gato sobre las cuatro patas, de lo contrario uno se podía lastimar gravemente", ha declarado el veterano deportista en una entrevista.
Si en los Juegos Olímpicos de Berlín, organizados con los nazis en el poder, el atleta quedó sexto con una altura de cuatro metros, un año después Proksch logró la que fue su mejor marca personal. Fue en una competición en Londres, cuando tras romper su "pértiga" de bambú y sufrir un fuerte golpe, hubo de pedir prestada a un contrincante inglés la suya para un nuevo intento, en el que logró saltar 4,18 metros. Esa marca fue durante muchos años el récord nacional austríaco en salto con pértiga.
Entre sus hitos, ser recórdman austriaco de salto de pértiga y un sexto puesto en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936
En la actualidad, el anciano atleta compagina su afición por el deporte con la pintura, y asegura que sigue manteniéndose en forma gracias a las tareas domésticas que realiza cada día. Un entrenamiento con el que Proksch quiere prepararse para el próximo mundial de veteranos que se celebrará en la localidad finlandesa de Lahti en 2009.
ABC

lunes, 8 de diciembre de 2008

EL PHELPS PARALÍMPICO

Enhamed Enhamed se convirtió en la sensación de los Juegos Paralímpicos de Pekín, donde ganó cuatro oros en natación para España. El suyo es un ejemplo a imitar en la semana en que se ha celebrado el Día Internacional de las personas con Discapacidad
«Tenía ocho años. Correteaba por casa, jugando, caí y cuando me levanté ya no veía nada». Así empieza la historia del Enhamed Enhamed ciego (Las Palmas, 1987), víctima de un glaucoma, pero también la del Enhamed de oro, la del campeón. Un campeón construido en base a una filosofía que aplica dentro y fuera de la piscina: «Yo decidí que lo intentaría todo, que si tengo que caerme y volver a levantarme lo haría cuántas veces fuera necesario, pero que no iba dejar de hacer todo lo que hacen los demás». Así, con este modo de pensar, Enhamed ha conseguido, a sus 21 años, convertirse en el mejor paralímpico español en los juegos de Pekín y uno de los mejores de todo el palmarés de la competición. Mucho más de lo que hacen los demás.
La carrera de Enhamed hasta el culmen glorioso de Pekín está jalonada por éxitos anteriores. Ya sus dos bronces en los Juegos de Atenas, a donde llegó con apenas diecisiete años, vaticinaban la emergencia de este coloso. Logros todos que él achaca a su disciplina, «mi mejor virtud», dice.
Y ahora ha llegado tan lejos que le cuesta responder cuando se le pregunta cuáles son sus objetivos para el futuro. «Terminar la carrera, que con tanta competición está un poco estancada», dice. Estudia Dirección y Administración de Empresas. En la piscina se intuye que está un poco ahíto de gloria: «Estos meses están siendo complicados porque no tenemos un objetivo tan claro como cuando faltaban tres meses para Pekín». Sin embargo, la voracidad del campeón ciego irá despertando conforme se acerquen nuevas citas competitivas: «En octubre hay un Europeo donde espero batir el récord del mundo de los 100 metros libres». Ese es uno de sus sueños pendientes. Otro, conocer personalmente a Michael Phelps, su ídolo, de quien no duda en decir que «es el mejor deportista de la historia» y con quien le honra que le comparen. En los círculos del deporte para discapacitados ya se ha bautizado a Enhamed como el «Phelps paralímpico».
«En octubre hay un Europeo donde espero batir el récord del mundo de los 100 metros libres».
Pese a su impresionante currículo, Enhamed lleva una vida anónima y normal, por lo que sabe bien cuáles son los problemas del día a día para las personas invidentes. El bastón es su compañero de viaje en los trayectos diarios a la facultad. Ahora, espera ilusionado que le entreguen el perro lazarillo que ha solicitado, aunque, según cuenta, «en muchos bares y restaurantes, si vas con el perro, te ponen pegas para entrar, pero yo no no permito nunca que me dejen fuera».
De origen saharaui
La familia de Enhamed es de origen saharaui y hay quienes se empeñan en implicar al nadador en una guerra que no es la suya, la de la lucha por la autodeterminación del pueblo norafricano. Enhamed vadea la polémica con la misma habilidad con la que vira en el cloro: «Yo me siento muy orgulloso de la herencia cultural de mis padres, pero soy español. La bandera y el himno que sonaron en Pekín son los del país que me ha permitido llegar a lo más alto». Ahora lucha contra el olvido. El que sufren los paralímpicos en los cuatro años que hay entre cada edición de los Juegos. «Hemos avanzado mucho desde Atenas, pero aún se puede hacer más». Él no se conforma. Se rebela y lucha como lo hace en la piscina. Sin importarle las dificultades. Sus cuatro oros le avalan en esa pelea por la igualdad.

ABC