El ajedrez es un deporte de otro mundo, así, literalmente, según sostiene, en el diario británico 'The Independent', el presidente de la Federación Internacional (FIDE), Kirsan Ilyumzhinov. Este multimillonario de 48 años, también presidente de la República rusa de Kalmikia, no sólo cree que el ajedrez lo trajeron a la Tierra los extraterrestres, sino que asegura que realizó un viaje con alienígenas a bordo de su nave espacial.
"¿Se da usted cuenta de que el ajedrez es un juego cósmico?", se pregunta en la entrevista. Excavaciones efectuadas en distintos lugares de mundo indican que el ajedrez se jugaba con reglas idénticas. "Y entonces no había internet. Eso significa que lo trajeron de algún lugar", deduce él, que añade que en el juego mental "hay algún código" y que el tablero tiene 64 cuadrados, el mismo número de codones (órganos celulares) existentes en el ADN humano. También cree que el maíz lo trajeron a la Tierra seres ajenos.
Kirsan ha afirmado en diversas ocasiones que alienígenas le llevaron en 1997 a una nave espacial, donde estuvo charlando con ellos antes de regresar a la Tierra. "No estoy enfermo. Soy normal psicológicamente. No oculté (el supuesto viaje con extraterrestres) aun a sabiendas de que la gente se reiría de mí y me trataría de loco. Fue tal vez una forma de autosacrificio".
Experiencias del más allá aparte, el políglota Kirsan siempre soñó con ser millonario, lo que logró en 1988 dirigiendo con gran eficacia una empresa soviético-japonesa de automoción. Luego creó varias sociedades demostrando una inteligencia superior a la normal. Acabó Diplómatica con notas brillantes y el entonces presidente Boris Yeltsin le eligió como asesor. Fue elegido miembro del Parlamento ruso y, en 1993, llegó a la presidencia de Kalmikia, cargo que renovó en 1995 con el 85% de los votos tras regalar mil dólares en accciones bancarias a cada habitante.
Ciudadela temática
Ese año también aterrizó en la cúpula del ajedrez: la próxima semana se enfrentará al exajedrecista Anatoly Karpov para seguir en la presidencia de la FIDE, donde ha donado más de 60 millones de dólares durante 15 años. Él terminó con el cisma del ajedrez al unificar el título mundial. En Elistá, su ciudad natal y capital de Kalmikia, construyó una impresionante ciudadela temática para convertirla en 'La Meca' del ajedrez.
Kirsan siente la religión. Ha construido 38 templos budistas, 22 iglesias ortodoxas, varias mezquitas y una iglesia católica. "Sólo hay un Dios con diferentes interpretaciones", expone. Su última iniciativa va en ese sentido: ha ofrecido 10 millones de dólares al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, para levantar un Centro Mundial de Ajedrez en la 'zona cero' creada tras el desplome de las Torres Gemelas el 11-S.
Sería una torre de 24 pisos con la forma de la figura del rey del ajedrez. Y propone que dentro haya también una mezquita, una iglesia cristiana, una sinagoga y un templo budista. Ilyumzhinov cree que el ajedrez nunca desaparecerá, pero sí pone fecha de caducidad al fútbol, que morirá, según él, en un siglo o dos. Sin duda alguna, todo un personaje.
"¿Se da usted cuenta de que el ajedrez es un juego cósmico?", se pregunta en la entrevista. Excavaciones efectuadas en distintos lugares de mundo indican que el ajedrez se jugaba con reglas idénticas. "Y entonces no había internet. Eso significa que lo trajeron de algún lugar", deduce él, que añade que en el juego mental "hay algún código" y que el tablero tiene 64 cuadrados, el mismo número de codones (órganos celulares) existentes en el ADN humano. También cree que el maíz lo trajeron a la Tierra seres ajenos.
Kirsan ha afirmado en diversas ocasiones que alienígenas le llevaron en 1997 a una nave espacial, donde estuvo charlando con ellos antes de regresar a la Tierra. "No estoy enfermo. Soy normal psicológicamente. No oculté (el supuesto viaje con extraterrestres) aun a sabiendas de que la gente se reiría de mí y me trataría de loco. Fue tal vez una forma de autosacrificio".
Experiencias del más allá aparte, el políglota Kirsan siempre soñó con ser millonario, lo que logró en 1988 dirigiendo con gran eficacia una empresa soviético-japonesa de automoción. Luego creó varias sociedades demostrando una inteligencia superior a la normal. Acabó Diplómatica con notas brillantes y el entonces presidente Boris Yeltsin le eligió como asesor. Fue elegido miembro del Parlamento ruso y, en 1993, llegó a la presidencia de Kalmikia, cargo que renovó en 1995 con el 85% de los votos tras regalar mil dólares en accciones bancarias a cada habitante.
Ciudadela temática
Ese año también aterrizó en la cúpula del ajedrez: la próxima semana se enfrentará al exajedrecista Anatoly Karpov para seguir en la presidencia de la FIDE, donde ha donado más de 60 millones de dólares durante 15 años. Él terminó con el cisma del ajedrez al unificar el título mundial. En Elistá, su ciudad natal y capital de Kalmikia, construyó una impresionante ciudadela temática para convertirla en 'La Meca' del ajedrez.
Kirsan siente la religión. Ha construido 38 templos budistas, 22 iglesias ortodoxas, varias mezquitas y una iglesia católica. "Sólo hay un Dios con diferentes interpretaciones", expone. Su última iniciativa va en ese sentido: ha ofrecido 10 millones de dólares al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, para levantar un Centro Mundial de Ajedrez en la 'zona cero' creada tras el desplome de las Torres Gemelas el 11-S.
Sería una torre de 24 pisos con la forma de la figura del rey del ajedrez. Y propone que dentro haya también una mezquita, una iglesia cristiana, una sinagoga y un templo budista. Ilyumzhinov cree que el ajedrez nunca desaparecerá, pero sí pone fecha de caducidad al fútbol, que morirá, según él, en un siglo o dos. Sin duda alguna, todo un personaje.
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