Un hombre fue eliminado de un maratón por hacer una trampa sin precedentes: decidió tomar un autobús para terminar el recorrido de la prueba. En el ansiado deseo de hacerse con la victoria acortó la vía del éxito ayudándose, en lugar de su preparación física, del transporte público.
Llegar a la meta siempre es muy difícil, tan complicado que muchos buscan el engaño para besar el triunfo. El último caso ha sido el de Rob Sloan, un hombre que participó en la maratón de Kielder y decidió llegar por la vía rápida a la línea de meta. Cansado a mitad de la carrera, cogió un autobús que trasladaba a los aficionados a la llegada. Tras llegar a su destino se escondió detrás de unos árboles y se unió al resto de participantes para acabar, finalmente, en tercera posición.
Varios de los corredores no daban crédito y muchos denunciaron la infracción. Algunos testigos declararon lo que había ocurrido con el fin de que si hiciese justicia y así descalificar al farsante que había realizado, gracias a la pillería, un tiempo fantástico en la meta: 2:51:00. El sueño de encontrarse en el tercer escalón del podio tendrá que esperar al haber sido cogido con las manos en la masa.
Tristes consecuencias
El corredor de Sunderland Harriers podría ser expulsado de su club y prohibirle la participación en otros dos maratones más. A pesar de que al principio declaró su inocencia cuando le acusaron en primera instancia al declarar que estaba "molesto y enojado de que alguien le calumniase de esa forma. Es ridículo, es lo que es", finalmente acabó admitiendo su tropelía.
Ann Lillie, tesorera y vicepresidenta de Harriers Sunderland admitió que el club considera la posibilidad de despedir a Sloan. "Esto es como un shock. Tenemos una buena reputación y, obviamente, esto ha llevado aumentar el descrédito de la gente en el club", según recoge Daily Telegraph. "No es el tipo de publicidad que necesitamos. Vamos a estar discutiendo el futuro de Rob cuando el comité ejecutivo se reúne la próxima semana", sentenció.
Varios de los corredores no daban crédito y muchos denunciaron la infracción. Algunos testigos declararon lo que había ocurrido con el fin de que si hiciese justicia y así descalificar al farsante que había realizado, gracias a la pillería, un tiempo fantástico en la meta: 2:51:00. El sueño de encontrarse en el tercer escalón del podio tendrá que esperar al haber sido cogido con las manos en la masa.
Tristes consecuencias
El corredor de Sunderland Harriers podría ser expulsado de su club y prohibirle la participación en otros dos maratones más. A pesar de que al principio declaró su inocencia cuando le acusaron en primera instancia al declarar que estaba "molesto y enojado de que alguien le calumniase de esa forma. Es ridículo, es lo que es", finalmente acabó admitiendo su tropelía.
Ann Lillie, tesorera y vicepresidenta de Harriers Sunderland admitió que el club considera la posibilidad de despedir a Sloan. "Esto es como un shock. Tenemos una buena reputación y, obviamente, esto ha llevado aumentar el descrédito de la gente en el club", según recoge Daily Telegraph. "No es el tipo de publicidad que necesitamos. Vamos a estar discutiendo el futuro de Rob cuando el comité ejecutivo se reúne la próxima semana", sentenció.
Eurosport
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