¿Estamos frente a una generación obesa?
Por primera vez en la historia, es posible que muchos hijos tengan una esperanza de vida menor que la de sus padres. Las causantes de este hecho son las patologías asociadas al excesopeso.
Uno de cada cuatro niños europeos es obeso. Cada año, cerca de medio millón de niños de entre cinco y doce años son diagnosticados como obesos o con sobrepeso en la Unión Europea.¡Ynuestro país no se queda atrás! Una dieta rica en calorías y la falta de actividad física son las causas principales.
Los niños engordan no sólo porque se hinchen a comida basura, sino porque no se mueven, porque con la educación física del colegio, la única actividad para muchos, no pueden combatir la sobredosis calórica. La solución, por tanto, no sólo es la dieta. Numerosos estudios han advertido de la poca eficacia que tienen las modificaciones nutricionales en la disminución de la obesidad a medio plazo, e incluso son cuestionadas en periodos de crecimiento crítico.
Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Antes, la obesidad era un problema exclusivo de los adultos. Hoy, esta complicación atañe a los más jóvenes.
La causa de esta epidemia es el cambio de hábitos, sobre todo en lo referente al sedentarismo y a la alimentación. Los niños abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado en favor de la comida rápida y la bollería. En cuanto al sedentarismo, las juegos con amigos y otras actividades físicas tradicionales han sido cambiados por la televisión y los videojuegos.
A corto plazo las consecuencias más frecuentes de la obesidad infantil son alteraciones psicosociales: incluso en edades tempranas el niño obeso es descrito de forma despectiva pos sus compañeros, tiene problemas de aislamiento y relación y menores expectativas académicas. La repercusión psicológica de la obesidad sobre los adolescentes puede ser desencadenante de notables problemas de alimentación como la bulimia y la anorexia.
A medio plazo produce alteraciones ortopédicas, respiratorias y cutáneas. También el síndrome de Picwick (somnolencia e insuficiencia respiratoria), miocardiopatía y pancreatitis asociados a obesidad, que son menos habituales, pero de extrema gravedad. En los niños obesos aumenta la incidencia de la diabetes mellitus y el riesgo de la intolerancia a la glucosa, hipertensión y alteraciones de los lípidos (aumento de colesterol y triglicéridos). La obesidad infantil aumenta el riesgo de obesidad en la edad adulta. El 75% de los adolescentes obesos lo serán de adultos y la obesidad es factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
En el terreno económico, la obesidad cuesta a los países un 7% del gasto sanitario. Estudios realizados en Reino Unido indican que la obesidad fue la causante de que se produjeran 18 millones de días de baja laboral. La investigación cifró además en 2.000 millones de euros el gasto anual atribuible a las pérdidas de productividad.
Para combatir la obesidad, los expertos aconsejan una alimentación adecuada y hacer al menos media hora de ejercicio diaria.
Lo que no se consigue cambiar durante la infancia será más difícil de tratar en décadas posteriores. La niñez es una etapa en la que se ordena la personalidad y se establecen patrones de comportamiento, que serán base de su vida adulta. Por ello, es necesario darse cuenta de que la salud es una pieza importante en el equilibrio de los niños.
Mientras 4000 niños mueren al día de inanición, el abuso de la comida puede dar como resultado toda una generación de adultos obesos.
Por primera vez en la historia, es posible que muchos hijos tengan una esperanza de vida menor que la de sus padres. Las causantes de este hecho son las patologías asociadas al excesopeso.
Uno de cada cuatro niños europeos es obeso. Cada año, cerca de medio millón de niños de entre cinco y doce años son diagnosticados como obesos o con sobrepeso en la Unión Europea.¡Ynuestro país no se queda atrás! Una dieta rica en calorías y la falta de actividad física son las causas principales.
Los niños engordan no sólo porque se hinchen a comida basura, sino porque no se mueven, porque con la educación física del colegio, la única actividad para muchos, no pueden combatir la sobredosis calórica. La solución, por tanto, no sólo es la dieta. Numerosos estudios han advertido de la poca eficacia que tienen las modificaciones nutricionales en la disminución de la obesidad a medio plazo, e incluso son cuestionadas en periodos de crecimiento crítico.
Según la Organización Mundial de la Salud, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Antes, la obesidad era un problema exclusivo de los adultos. Hoy, esta complicación atañe a los más jóvenes.
La causa de esta epidemia es el cambio de hábitos, sobre todo en lo referente al sedentarismo y a la alimentación. Los niños abandonan el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado en favor de la comida rápida y la bollería. En cuanto al sedentarismo, las juegos con amigos y otras actividades físicas tradicionales han sido cambiados por la televisión y los videojuegos.
A corto plazo las consecuencias más frecuentes de la obesidad infantil son alteraciones psicosociales: incluso en edades tempranas el niño obeso es descrito de forma despectiva pos sus compañeros, tiene problemas de aislamiento y relación y menores expectativas académicas. La repercusión psicológica de la obesidad sobre los adolescentes puede ser desencadenante de notables problemas de alimentación como la bulimia y la anorexia.
A medio plazo produce alteraciones ortopédicas, respiratorias y cutáneas. También el síndrome de Picwick (somnolencia e insuficiencia respiratoria), miocardiopatía y pancreatitis asociados a obesidad, que son menos habituales, pero de extrema gravedad. En los niños obesos aumenta la incidencia de la diabetes mellitus y el riesgo de la intolerancia a la glucosa, hipertensión y alteraciones de los lípidos (aumento de colesterol y triglicéridos). La obesidad infantil aumenta el riesgo de obesidad en la edad adulta. El 75% de los adolescentes obesos lo serán de adultos y la obesidad es factor de riesgo de enfermedad cardiovascular.
En el terreno económico, la obesidad cuesta a los países un 7% del gasto sanitario. Estudios realizados en Reino Unido indican que la obesidad fue la causante de que se produjeran 18 millones de días de baja laboral. La investigación cifró además en 2.000 millones de euros el gasto anual atribuible a las pérdidas de productividad.
Para combatir la obesidad, los expertos aconsejan una alimentación adecuada y hacer al menos media hora de ejercicio diaria.
Lo que no se consigue cambiar durante la infancia será más difícil de tratar en décadas posteriores. La niñez es una etapa en la que se ordena la personalidad y se establecen patrones de comportamiento, que serán base de su vida adulta. Por ello, es necesario darse cuenta de que la salud es una pieza importante en el equilibrio de los niños.
Mientras 4000 niños mueren al día de inanición, el abuso de la comida puede dar como resultado toda una generación de adultos obesos.
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