La desconfianza de los mercados y las irritaciones financiera de las multinacionales han agitado el panorama deportivo. Vacas sagradas, en apariencia inmunes como la Fórmula 1, ya han dictado resoluciones para apretarse el cinturón.
FORMULA 1
Stop al despilfarro
Una gran parte de los patrocinadores de la Fórmula 1 son bancos. Y alguno ya se ha visto zarandeado por la crisis. El gobierno holandés inyectó 10.000 millones a ING para «proporcionar estabilidad». ING es el principal soporte económico de Renault.
Del calendario de la F-1 para 2009 ya ha desaparecido una carrera. La Federación Francesa adujo «problemas financieros» para mantener a Magny- Cours. Ecclestone quería quitarse de encima este gran premio y de momento no tiene recambio.
El primer plan de choque anti-crisis se conoció recientemente. Las escuderías y la FIA sentaron las bases para intentar que haya motores únicos, iguales para todos, a partir de 2010. También chasis y ruedas comunes. «Los costes de la F-1 son insostenibles», dice el presidente de la FIA, Max Mosley.
Fútbol
Goteras en la Premier
David Triestman, el presidente de la liga inglesa, alertó sobre el riesgo de un gigante con pies de barro. El mejor torneo de fútbol del mundo debe más de 3.000 millones en una inflación galopante: los sueldos de los futbolistas crecen mientras la liquidez escasea en las arcas de los clubes. Sin embargo, el primer ejecutivo de la Premier, Richard Scudamore, ha contestado que las estructuras financieras resistirán sin problemas.
El campeón de Europa, sin embargo, luce una publicidad agrietada. AIG, la empresa americana de seguros «nacionalizada» por el antiguo gobierno de Bush, es el patrocinador del Manchester United.
El proyecto del nuevo estadio del Liverpool, que sustituirá a Anfield y se llamará Stanley Park, se ha retrasado por las dificultades de los propietarios del club -Gillet y Hicks- para aportar fondos.
El West Ham no tiene publicidad en su camiseta y el Newcastle ha perdido el patrocinio del Northern Rock Bank.
NBA
Menos partidos de pretemporada
El hombre fuerte, David Stern, ha visto las orejas al lobo. Hay que ahorrar. Y empezó por la pretemporada. La habitual gira por medio mundo de los equipos NBA pasó hace semanas a mejor vida. Cuatro partidos en cuatro ciudades europeas y basta, frente a los siete encuentros en seis capitales de 2007. De las oficinas de la NBA han caído 80 empleados.
En Charlotte se han quedado sin la emisora de radio. Los propietarios la han cerrado por falta de rentabilidad. Los Bobcasts han puesto en la calle a 35 trabajadores. Y los Sonics se han mudado de Seattle a Oklahoma, pero sin nueva cancha, como pretendían.
Motociclismo
Reducción de costes
Como en la Fórmula 1, el objetivo es gastar menos. Los pilotos están en contra de la nueva reglamentación sobre neumáticos y entrenamientos. Tendrán menos gomas para elegir (Bridgestone será el único proveedor) y menos días para ensayar. Eso sí, las carreras de Moto GP serán más baratas. La crisis financiera ha atacado por el sector inmobiliario. Se tambalea la escudería murciana Polaris World, con la que Pasini ganó la carrera nocturna de Qatar. Su futuro es incierto. Y ya se ha despedido el equipo KTM Repsol de 250. el más representativo de la marca austriaca.
Ciclismo
En manos de los bancos
El último sobresalto se lo ha llevado el Caisse d´Epargne, histórica estructura del Banesto de Induráin sustentada ahora por las cajas rurales de Francia. Los tres máximos dirigentes de la entidad han dimitido por una inversión mal calculada que ha dejado un agujero de 600 millones. El gobierno galo envió un mensaje de calma a los clientes, mientras Unzué no sabe a qué carta quedarse.
ABC